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martes, 12 de enero de 2010

SER PADRES Y GUÍAS DE NUESTROS HIJOS EN LOS VAIVENES DEL CAMBIO

La educación de los jóvenes ha sido, y continúa siendo, uno de los principales retos de todo sistema social avanzado. A través de los valores y conductas que somos capaces de ofrecer y mostrar a nuestros hijos tomamos nuestra responsabilidad en el diseño del mundo futuro formando adultos responsables; un futuro incierto y, a la vez, ¡lleno de esperanza!

Si observamos con atención la sociedad actual nos damos cuenta de que ésta se ha visto sometida a importantes cambios a lo largo de los últimos años:
- la incorporación masiva de la mujer al mundo laboral remunerado
- la agudización de la competencia y la competitividad en el trabajo
- el desarrollo de nuevas tecnologías de la comunicación y del proceso de la información
- el acomodo de una numerosa y creciente población inmigrante en los distintos estamentos de nuestra sociedad
- la acumulación progresiva, y a menudo desordenada, de riqueza material
- el aceleramiento constante de nuestro ritmo vital (con la angustia de compaginar una infinidad de iniciativas a emprender con un tiempo excesivamente limitado)
- la entrada en vigor de nuevas leyes que amparan un marco moral y ético menos restrictivo
- la amenaza de la crisis económica y de la posible reducción de nuestros ingresos….

Todos estos factores han transformado profundamente el escenario de las relaciones familiares y, especialmente, las pautas que guían las interacciones entre padres e hijos.

El marco actual en el cual se desarrolla el crecimiento y la educación de nuestros hijos es muy distinto al que nos tocó vivir en su día con nuestros padres. La mayoría de las cosas que aprendimos de ellos no tienen vigencia para las nuevas generaciones. Donde antes prevalecía la seguridad y el conocimiento de la experiencia encontramos hoy incertidumbre. No acabamos de encontrar un punto de equilibrio entre el modelo autoritario que recibimos y un exceso de permisividad que hoy en día nos debilita. Y nos cuesta acostumbrarnos a movernos en este ambiente de cambio continuo; incluso tropezamos con dificultades para definir claramente quiénes creemos que somos en nuestra dimensión de padres.
Parece importante encontrar en medio de todo este movimiento constante un punto de referencia que nos permita conectar con nuestra estabilidad y, desde ella, marcar el rumbo que queremos trazar para nuestras vidas en nuestros roles de madres y padres.


Tomemos un respiro... Permitamos que el aire entre y salga larga y pausadamente de nuestros pulmones, y dejemos de lado la aceleración que constriñe nuestras mentes. Sintamos a través de la respiración nuestro auténtico ritmo vital, y desde ahí nos resultará más fácil identificar esos puntos de anclaje que precisamos para ordenar este aspecto de nuestra existencia…


El Coaching Transformacional aparece como una nueva alternativa para gestionar de la forma más óptima posible nuestra interacción con nosotros mismos y con los demás.
En su especialidad de Coaching para Padres, el Coaching Transformacional nos orienta en la búsqueda de nuestra identidad de padres y madres a través de tres preguntas básicas:
- qué valor o valores fundamentales me inspiran para ser padre o madre
- qué habilidades y capacidades estoy empleando exitosamente en mi interacción con los miembros de mi familia
- cuál es el camino que intuyo que me puede acercar a mi máximo potencial como padre o madre para poder ofrecer a mis hijos la mejor versión de mí y de sí mismos

Es responsabilidad del coach acompañar a la madre y al padre en la construcción de una respuesta propia, adecuada y útil a cada una de estas cuestiones. Este proceso de búsqueda nos permite como padres generar una visión poderosa de nosotros mismos para accionar de la forma más adecuada posible con todos y cada uno de los interlocutores que desempeñan un papel significativo en la educación de nuestros hijos. Ahondando en el conocimiento de mis principales valores y capacidades como madre o padre somos capaces de construir estrategias eficaces para que el cuidado y la educación de nuestros hijos se convierta en una tarea estimulante y enriquecedora, tanto para ellos como para nosotros.

Unos padres conscientes de sus responsabilidades y dueños de su propio liderazgo pueden ofrecer a sus hijos unos buenos cimientos para su desarrollo como seres humanos.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Coaching para Padres

El Coaching Transformacional (CT) se define como un modelo de aprendizaje para adultos. En un marco de cambio continuo y de innovaciones tecnológicas constantes como el que vivimos en la actualidad, la capacidad de aprender se convierte en el principal activo de las personas. Los conocimientos que adquirimos hoy probablemente no nos sean de ninguna utilidad en un futuro a medio plazo. La alternativa a esta compleja y exigente situación se centra en desarrollar la habilidad de adaptarse y encontrar las soluciones más adecuadas a cada uno de los nuevos escenarios en los que se desarrollan nuestras vidas.

El Coaching Transformacional, en su especialidad de Coaching para Padres, propone crear un espacio privilegiado de encuentro entre los padres y sus hijos, un marco potenciador del desarrollo de los valores y aptitudes de ambos interlocutores.

Desde el Coaching Transformacional sostenemos que el ser humano es un individuo con amplias capacidades y comprometido con el liderazgo de su vida. A través de su capacidad de aprendizaje explora nuevos caminos para convertirse en la mejor versión posible de sí mismo. El desarrollo de los hijos es una de las vías legítimas de expresión de dicho liderazgo.

El liderazgo en el crecimiento personal de nuestros hijos se materializa mediante la potenciación de las capacidades específicas de los hijos, de forma tal que contribuyamos a que éstos se afirmen en su definición y expresión de sí mismos.

En el modelo de Coaching para Padres del CT, los padres identifican a su hijo como el especialista más competente y cualificado para poder diseñar su propia estrategia de convertirse en un ser adulto autorresponsable. El hijo aparece como una persona total con capacidad de autogestionarse desde una definición poderosa y posibilitadora de sus valores y habilidades.