- No dejar correr el agua al afeitarse o lavarse los dientes.
- Reparar sin falta cualquier fuga de agua.
- Tomar una ducha en lugar de un baño.
- Instalar un economizador en el teléfono de la ducha –para reducir el caudal de agua -y cerrar ligeramente la llave de paso para reducir la presión del agua.
- No tirar de la cadena inútilmente.
- Utilizar la lavadora y el lavavajillas a plena carga.
- No tirar aceites por el fregadero. Su depuración es muy costosa.
- No utilizar el inodoro de papelera.
- Lavar las frutas en un cuenco.
- Comprar papel higiénico blanco o reciclado.
- No descongelar los alimentos.
- Incorporar especies mediterráneas al jardín, consumen menos agua que las variedades tropicales y exóticas.
¿Sabías que… la mitad de los consumidores no sabe ahorrar agua?
Es la conclusión de un estudio elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que evalúa el conocimiento que tienen 2.500 consumidores españoles sobre el impacto de sus hábitos de vida sobre la naturaleza. Si bien el respeto por el medio ambiente ha ascendido al sexto lugar entre sus preocupaciones, el 51% de los encuestados declara no saber qué hacer para ahorrar agua y algo mucho más preocupante: la mitad piensa que aunque se hagan esfuerzos desde los hogares para reducir el consumo, de nada sirve si los agricultores y la industria no hacen lo mismo.
El dato:
El 22 de marzo se celebró el Día Mundial del Agua. Este año se inicia, de hecho, el Decenio para la Acción bajo el lema ‘El agua, fuente de vida’. Naciones Unidas quiere concienciar del verdadero valor de este recurso, cuya preservación es hoy uno de los desafíos más preocupantes que debe acometer la humanidad. Además de agua para beber, la industria, la higiene, la salud y la posibilidad de desarrollo de una población dependen de este recurso.